¡Eso es! La boca se me hizo guagua, digo, agua.
En Colombia hay muchas clases de hallacas, la que describes esbastante
popular. Para que veas que no hay mal que por bien no venga. En Colombia
hay millones de personas desplazadas por los malos, así que ahora uno
encuentra comidas en la costa que nadie sabía preparar, gracias a los
refugiados. Pero creo que aún hoy las mejores hallacas son las hechas en
Venezuela. Posiblemente si el país se vuelve comunista vamos a tener muchas
venezolanas mudándose para Barranquilla (no sé si sabes que Rómulo
Betancourt y Carlos Andrés Pérez se refugiaron en Barranquilla, tenían una
vente de verduras en el mercado).
T.Schmidt
P.S. La tradición familiar es algo muy importante, la gente a veces no se dá
cuenta y olvida. Es como un pegante que mantiene la unidad de la gente e
influencia positivamente en el orgullo personal del individuo.
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Post by T.SchmidtPara aquellos que (como yo) nunca se vieron en la necesidad de aprender a
hacer hallacas y ahora están viviendo en el exterior, este url es excelente
porque muestra gráficamente todos los detalles.
http://archivo.eluniversal.com/2004/12/13/ten_inf_13A515661.shtml
El onoto (achiote en Colombia) aquí lo llaman annato y es difícil de
conseguir, pero a veces lo venden en tiendas latinas.
T.Schmidt
P.S. [1] Lo mejor es estar casado con una venezolana que se encargue de
hacer las hallacas.
P.S. [2] En Colombia también hacen hallacas, a veces las llaman pasteles.
Son lo mismo pero distintas.
Me encantó este url, a pesar de ser sencillo explica los pasos muy
bien. Las recetas del guiso varían por región y también cada
familia le pone su toque personal. Las que se hacen en mi casa siguen
la tradición andina: son exclusivamente de carne de cerdo, su forma es
mas pequeña y alargada que la de las hallacas caraqueñas y les
ponemos garbanzos. Mi abuela hace unas cuantas con la carne de la
gallina que se utilizó para el caldo para quienes no gustan del
cochino.
La familia entera coopera el sábado decembrino en que hacemos este
plato, pero son mi madre y mi abuela quienes vigilan que no se cambie
la receta y se mantenga el sazón tradicional. A mi desde hace unos
años me dejan hacer la masa y yo traigo el caldo hecho desde mi casa,
pero siempre tienen ellas que probarlo primero.
Mi mamá tiene un truquito para que la bolita de masa que coloca sobre
la hoja quede perfectamente redonda y delgadita: utiliza unas
planchitas de hierro para hacer tortillas mejicanas.
Una vez hechos el guiso y la masa nos vamos a un mesón en el Florida
Room de la casa de mis padres y allí nos aplicamos a terminar las
hallacas antes de la medianoche. Mi madre y mi abuela colocan la masa
sobre las hojas y añaden el guiso, los niños tienen cada uno su
estación con las pasitas, las aceitunas, los garbanzos, etc, dos de
mis hermanas y yo envolvemos y los hombres de la familia amarran los
paquetitos. Mi hermana Carmen no hace nada porque dice que el onoto le
mancha las uñas, así que ella es la encargada de servirnos el vino,
mantener la música agradable y mantener a Mitch y a Luna alejados de
la comida.
Como hacemos tantas hallacas a la vez (unas 150) tenemos que cocinarlas
en dos tandas y es por so que terminamos tan tarde, pero vale la pena
porque son realmente deliciosas.
Saludos,
Lune7