Pasteur
2004-07-03 14:59:09 UTC
NADA QUE VER CON LA CULTURA MAYAMERA.
SOLO AMOR POR VENEZUELA.
Hermoso Cut y Paste de un diario Maracucho.
Pasteur.
Florentino:"Mi voz es tu voz, mis logros son tus logros y
mi sueño es dejar, al igual que Tú, mis propias huellas y que éstas sean
siempre recordadas, como lo son ahora las tuyas". Servando: "Voy por tu
camino, pero con mis huellas, respiro tu aire, pero con mis pulmones...
aunque quiera vivir mi vida como la tuya sé que sería imposible, porque
estoy seguro de que una vida así no se repite sino en cada cien años".
A SOL "Si callo para siempre, no me llores/ recuérdame
siempre, en mi canto vivo/ con alegría, no haces nada con llorar/ ni con
rezos, ni con flores/ solo mis hijos te dejo/ y una herida muy profunda te
lacera/ pero no estarás sola nunca/ porque siempre estaré contigo".
Cultura. El lunes 16 se cumplirán 19 años del adiós de Alí
Primera
Cantor eterno
He aquí el más aclamado en la historia de la música
revolucionaria venezolana. Fue limpiabotas y boxeador. Autor de "Los Techos
de Cartón" y de otros 500 temas. Arma de los pobres para reclamar justicia.
Voz infaltable en las mayores concentraciones populares del país. Símbolo de
alegría en la ilusión universitaria. Portaestandarte del ideal bolivariano.
Defensor del Lago de Maracaibo. Pereció en un choque con el hijo de uno de
sus mejores amigos.
Texto: Alexander Montilla
Alí Primera apenas vivió 43 años, pero su existencia alcanzó
para situarlo en el pedestal de los eternos. Fue el cantor revolucionario
más importante del siglo XX en Venezuela.
Como cultor popular conquistó el sitial de honor a finales de la
década de los años 60 y en lo que va de siglo XXI sigue siendo el más
escuchado en las barriadas nacionales. Su figura recia, su afro y su barba
le añadieron un toque mítico.
Hizo historia al derrotar el veto de las televisoras y de los
circuitos radiales. Pagó prisión por ser comunista en tiempos de gobiernos
adecos, pero siempre salió airoso en hombros de su pueblo. Lo increíble le
acompañó desde la infancia, cuando trabajó de limpiabotas allá en Las
Piedras, hasta su muerte ocurrida el 16 de febrero de 1985.
Por si fuera poco es el padre de Servando y Florentino, dos de
los cantantes juveniles más exitosos del país.
Hijo del pescador Rafael Primera y de Carmen Adela Rossell,
creció en el árido campo falconiano impregnado de la ternura de su abuela
Franciscana Primera, "Mamá Pancha", una partera que vivió 108 años y en
quien se inspiró para cantarle al engaño de la reforma agraria decretada por
Rómulo Betancourt.
Don Rafael, hijo de "Mamá Pancha", fue asesinado en 1945. Alí
quedó huérfano a los dos años y sin haber ido a la escuela salía a limpiar
zapatos en el aeropuerto. "Hoy no fío, mañana sí", decía un letrero del
cajón limpiabota que aún conserva su familia en Punto Fijo. "Después de
trabajar se escapaba a la playa a boxear. Una vez le partieron la nariz y
cuando terminó de pelear se lanzó al mar y empezó a nadar para que la herida
le sanara rápido", comenta Mireya, una hermana materna.
Juan Primera, quien falleció hace dos semanas a los 98 años,
también era hijo de la comadrona. Del famoso "Tío Juan" Alí aprendió a tocar
cuatro y a frasear canciones en los rezos a los santos del campo.
En estas tradiciones formó su oído musical porque también su
mamá le cantaba a los altares caseros. El albañil Antonio Márquez y el
pescador Tulio Guariato le echaban cuentos sobre Simón Bolívar y por las
tardes cruzaban versos bajo los cujíes de Las Piedras. Ocasionalmente
interpretaban boleros con aires mexicanos.
En 1948 ingresó a la escuela "Roncayolo" de Las Piedras, donde
pasó de primero a tercer grado, porque ya sabía leer, escribir "y hablar de
Bolívar", como dijo orgulloso su tío Menejo Primera, quien un día soñó que
"Yiyo" sería militar y cantante.
Ese año, Carmen Adela hizo pareja con José Padilla, un albañil
muy trabajador que le ayudó a levantar a los seis hijos y con quien procreó
otros cinco, entre ellos Esmir José, a quien Alí bautizó artísticamente como
"José Montecano" en honor al cerro Montecano que está frente a la península
de Paraguaná.
Alí inicia la secundaria en 1953 en el liceo Andrés Bello de
Punto Fijo. Ramón Primera, su hermano médico, estudiaba en la UCV y decidió
llevarlo a la capital para que culminara el bachillerato en el Liceo
Caracas. En 1958 se inscribe en la Universidad Central para estudiar
Ingeniería Química y se registra en el Partido Comunista de Venezuela.
Allí profundiza su lucha política, recorre campos y montañas,
penetra las barriadas y se adentra en otras universidades llevando su canto.
En 1967 participa en el Festival de la Voz Universitaria en Mérida, donde se
convierte en noticia por su arrollador triunfo con "No basta rezar". Tres
años después fue becado por el PCV para cursar Tecnología del Petróleo en
Rumanía, donde inicia relaciones sentimentales con la joven sueca Tarja
Osenius con quien le nacieron María Fernanda y María Ángela, radicadas ahora
en Canadá.
En 1973 regresó de Europa y recorrió el país al lado de José
Vicente Rangel, quien aspiraba a la Presidencia de la República por los
movimientos de izquierda. Esos comicios los ganó Carlos Andrés Pérez.
Tarja le acompañó pocos meses en Venezuela, pero no soportó el
clima ni la apretada agenda política del cantor y regresó a Estocolmo,
dejándole las dos niñas.
En Caracas llevó amores con Noelia Pérez y de allí nació Jorge
Ernesto. "Jorge en honor a su amigo Jorge Rodríguez, quien fue asesinado por
los adecos, y Ernesto por el Che Guevara a quien admiraba", explica José
Montecano, el intérprete de "El Lunerito".
La voz
Entre recorridos por serranías, llanos y costas, Alí parecía
infatigable.
"Yo no puedo olvidarlo -desde su residencia en Miami el actor y
periodista Franklin Vírgüez se remonta a la época de estudiante en la
Universidad Central-, era un ser humano incomparable. Me llamaba la atención
que esa voz tan delgadita se convirtiera en un vozarrón para disparar
sonetos y poesías en cualquier ritmo".
Alí Primera tenía un color de voz sutil, delicado,
aterciopelado, con facilidades para subir y alcanzar notas graves. No era
tenor ni barítono. Según el profesor zuliano de canto Jorge Quintero, el
vocalista falconiano era un auténtico crooner tipo Frank Sinatra, Javier
Solís, Marco Antonio Muñiz y Felipe Pirela.
"Fue más intérprete que cantante, no he visto otro con tan
excelente manejo del acento declamatorio. Daba vida a cada palabra, cuando
quería contagiar de alegría estremecía a la multitud, cuando deseaba
expresar dolor erizaba la piel. Tocó las fibras de todo el país por ese don
poético de saber decir, de saber expresar un mensaje. Yo estaba en Italia el
día de su muerte. Me impactó mucho porque compartí con él y con Los
Guaraguaos muchos momentos inolvidables en Maracaibo", dice Quintero.
En noviembre de 1978 el doctor Julio Iglesias, padre del
prestigioso cantante del mismo nombre y abuelo de Enrique Iglesias, atendió
de emergencia en España al paraguanero que durante un concierto había
perdido la voz. "Tiene nódulos", determinó el médico especializado en
foniatría.
De acuerdo con el tenor Quintero, los nódulos son pólipos
ocasionados por el desgaste de las cuerdas vocales. "Las cuerdas pierden
elasticidad y chocan unas con otras. Allí surgen los dobles sonidos,
conocidos como disfonía. Es cuando se van los gallos y aparecen las
ronqueras".
Para Quintero estos daños pudieron ser consecuencia del excesivo
trabajo, los discursos, las arengas y el poco descanso. "Además, Alí bebía
ron y fumaba entre conciertos".
El mismo Vírgüez describe al cantor como un hombre de inmenso
corazón: "Una vez Alí iba para Coro a dar un concierto a beneficio de la
Casa de la Cultura. Ya cuando se acercaba a la ciudad se detuvo con sus
acompañantes en el kiosko de un caserío a comer empanadas con picante de
suero. La dueña del local era hija de un señor llamado Ramón Oquendo, quien
estaba enfermo en una silla de ruedas. En medio de la comedera ella felicita
a Alí por apoyar la Casa de la Cultura y aparece el señor Oquendo: "Hijo yo
compré una entrada para apoyar el acto, tómala y dásela a alguien que esté
sano para que vaya a verte y a disfrutar de tu canto". Alí colocó su
empanada en el plato de plástico y fue a la camioneta. Sacó el cuatro, le
cantó hora y media bajo un cují, le declamó frente a frente inclinado a la
altura de la silla y al final le dijo "tú eres igual a los demás, eres mi
hermano, eres parte de mi alma". De allí salió feliz a cantar otras tres
horas ante la muchedumbre".
En 1978, Alí conoció a la cantante llanera Sol Musset durante la
transmisión del programa radial "Los venezolanos primero" que dirige Gerardo
Brito en Barquisimeto.
"Esa tarde se flecharon y yo tuve que colaborar para que el
padre de Sol, que era adeco, aceptara a Alí, el comunista que ya todo el
país conocía", rememora Brito. "Sufrimos, pero más pudo la ternura y la
perseverancia de Alí que la resistencia de mi padre. Nos casamos en Acarigua
y nos fuimos a vivir a El Valle en Caracas", dice Sol hundida en los
recuerdos.
Adiós Alí
A las 3:00 de la mañana del sábado 16 de febrero de 1985 pereció
Alí Primera en la autopista Valle-Coche de Caracas, cuando un automóvil Ford
que venía a exceso de velocidad en sentido contrario saltó la isla y chocó
de frente con su camioneta Wagoneer, placas ASV-523, en la cual se
trasladaba a su apartamento situado en la urbanización El Araguaney a
escasos metros del accidente.
Gobernaba Jaime Lusinchi y ese fin de semana las playas estaban
a reventar en pleno Carnaval.
El conductor del Ford fue identificado como Ítalo Américo Silva
Velásquez, de 19 años, quien de acuerdo con el parte policial sufrió
fracturas en las piernas. Venía de una fiesta en Los Teques y estaba ebrio.
En el informe forense se leía que "el ciudadano Alí Primera, de
43 años, quedó aprisionado entre el asiento y el volante de la camioneta. El
impacto mayor fue en su mentón, lo que le ocasionó fractura de las vértebras
cervicales y de la base del cráneo, falleciendo instantáneamente. No llevaba
puesto el cinturón de seguridad".
Los bomberos de Caracas utilizaron sopletes para sacar al cantor
del amasijo de hierros, mientras decenas de taxistas ayudaban en el rescate
creyendo que había más víctimas.
El primero en reconocer al fallecido fue el propio Ítalo
Américo, quien estalló en llanto y comenzó a gritar: "Maté a mi segundo
padre, es Alí Primera, ¡coño!..".
Sol Musset, para entonces de 24 años, aguardaba en el
apartamento con sus hijos Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón. Por
esos días Alí preparaba un nuevo disco y por las noches dedicaba horas a
grabar voces y revisar detalles. Ya era rutinaria su llegada al hogar en la
madrugada.
Lo quería como a un hijo
Atrás quedó el apartamento de El Valle. Ahora Sol reside en una
cómoda vivienda en las afueras de Caracas. Servando y Florentino le dieron
esa sorpresa una noche cuando la invitaron a cenar, le vendaron los ojos y
la llevaron al sitio.
Dentro de la casa le dijeron que era un regalo para el ser más
grande que les dio la vida y un homenaje al padre que desde el cielo seguía
guiando sus caminos.
Sentada en la sala de recibo, con su larga cabellera extendida
más allá de sus hombros, y a sus 46 años, Sol revela por primera vez que el
muchacho que ocasionó el accidente es hijo del fallecido dirigente
revolucionario Américo Silva. "Alí ayudaba a la viuda, jamás la desamparó".
Relata que el viernes 15, Ítalo Américo le pidió a Alí un par de
zapatos para ir a una fiesta en Los Teques. El artista quitó dinero prestado
y le hizo el obsequio. De esa velada regresaba cuando saltó la isla y se
estrelló con quien hasta entonces fue su protector.
"Alí lo quería como a un hijo. De hecho, yo nunca hice empeño en
demandar. Mucha gente me ofreció ayuda legal para llevarlo a la cárcel. Pero
imagínate, cómo iba yo a llevarle más dolor a la viuda de Américo. De hecho,
no lo conozco, mis hijos tampoco. No sé de su vida ni a qué se dedica. Y te
confieso que si lo llegara a ver lo abrazaría. No le tenemos rencor".
Ítalo Américo se mantuvo en el anonimato estos 19 años. Estuvo
preso un mes bajo averiguaciones y al salir siguió sus estudios. Se graduó
de periodista, trabajó hasta hace algunos meses como reportero de Televen y
actualmente es el jefe de prensa de la Federación de Profesores
Universitarios de Venezuela (Fapuv) en Caracas. "Yo no quiero hablar de ese
accidente", respondió la pasada semana.
Hoy, Alí está en el cementerio Santa Elena de Punto Fijo rodeado
de obras de arte, poemas y flores. La casa de su madre, en el barrio Alí
Primera, es ahora una especie de museo. En un libro de visitantes aparece
una dedicatoria de Hugo Chávez, quien recién salido de Yare acudió a
reunirse con la familia del cantor.
Abundan los reconocimientos a quien creó su propio sello
disquero para grabar 11 LPs y con ello derrotar el veto de las emisoras. Su
gran deseo de siempre fue ver unidos a los revolucionarios de Venezuela.
Imploró a sus seguidores que cuando llegara la hora de gobernar, quedaran de
lado las ambiciones personales. Y dijo bien claro que "se fue Bolívar ayer,
pero viene de regreso...".
RETRATO
Identidad Alí Rafael Primera Rossell. Apodos: Yiyo y Balikia.
Nacimiento 31 de octubre de 1942.
Lugar Maternidad "Oscar Chapman" de Coro.
Padres Rafael Primera y Carmen Adela Rossell.
Hermanos Asisclo, Ada, Alfonso, Ramón, Carmen, Héctor, Edgardo,
Mireya, Esmil (José Montecano) y Ely.
Amigos César Rengifo, Alí Agüero, Emiro Delfín, Lilia Vera,
Chiche Manaure, Gloria Martín, Gordo Páez, Armando Martínez, Eduardo
Martínez, Gerardo Brito, José Gregorio Yépez, Pablo Milanés, Silvio
Rodríguez, Adelis Freites, Simón Díaz, Mercedes Sosa, Víctor Jara, Chico
Buharque, Alfredo Sadel, Josefina de Molero, Franklin Virgüez, Josefina
Urdaneta, Zulay Antolínez, Salom Meza, Jorge Rodríguez, Héctor Hidalgo
Quero, etc, etc, etc...
Talla Estatura: 1,73 m. Peso: 70 kilos
Comidas preferidas Caraotas, chivo asado, cazón, corocoro frito,
queso de cabra, arepa pelada y nata.
Bebidas Café negro y ron añejo.
Sucesor Emil José Padilla Rossel, "José Montecano", hermano
materno.
SOLO AMOR POR VENEZUELA.
Hermoso Cut y Paste de un diario Maracucho.
Pasteur.
Florentino:"Mi voz es tu voz, mis logros son tus logros y
mi sueño es dejar, al igual que Tú, mis propias huellas y que éstas sean
siempre recordadas, como lo son ahora las tuyas". Servando: "Voy por tu
camino, pero con mis huellas, respiro tu aire, pero con mis pulmones...
aunque quiera vivir mi vida como la tuya sé que sería imposible, porque
estoy seguro de que una vida así no se repite sino en cada cien años".
A SOL "Si callo para siempre, no me llores/ recuérdame
siempre, en mi canto vivo/ con alegría, no haces nada con llorar/ ni con
rezos, ni con flores/ solo mis hijos te dejo/ y una herida muy profunda te
lacera/ pero no estarás sola nunca/ porque siempre estaré contigo".
Cultura. El lunes 16 se cumplirán 19 años del adiós de Alí
Primera
Cantor eterno
He aquí el más aclamado en la historia de la música
revolucionaria venezolana. Fue limpiabotas y boxeador. Autor de "Los Techos
de Cartón" y de otros 500 temas. Arma de los pobres para reclamar justicia.
Voz infaltable en las mayores concentraciones populares del país. Símbolo de
alegría en la ilusión universitaria. Portaestandarte del ideal bolivariano.
Defensor del Lago de Maracaibo. Pereció en un choque con el hijo de uno de
sus mejores amigos.
Texto: Alexander Montilla
Alí Primera apenas vivió 43 años, pero su existencia alcanzó
para situarlo en el pedestal de los eternos. Fue el cantor revolucionario
más importante del siglo XX en Venezuela.
Como cultor popular conquistó el sitial de honor a finales de la
década de los años 60 y en lo que va de siglo XXI sigue siendo el más
escuchado en las barriadas nacionales. Su figura recia, su afro y su barba
le añadieron un toque mítico.
Hizo historia al derrotar el veto de las televisoras y de los
circuitos radiales. Pagó prisión por ser comunista en tiempos de gobiernos
adecos, pero siempre salió airoso en hombros de su pueblo. Lo increíble le
acompañó desde la infancia, cuando trabajó de limpiabotas allá en Las
Piedras, hasta su muerte ocurrida el 16 de febrero de 1985.
Por si fuera poco es el padre de Servando y Florentino, dos de
los cantantes juveniles más exitosos del país.
Hijo del pescador Rafael Primera y de Carmen Adela Rossell,
creció en el árido campo falconiano impregnado de la ternura de su abuela
Franciscana Primera, "Mamá Pancha", una partera que vivió 108 años y en
quien se inspiró para cantarle al engaño de la reforma agraria decretada por
Rómulo Betancourt.
Don Rafael, hijo de "Mamá Pancha", fue asesinado en 1945. Alí
quedó huérfano a los dos años y sin haber ido a la escuela salía a limpiar
zapatos en el aeropuerto. "Hoy no fío, mañana sí", decía un letrero del
cajón limpiabota que aún conserva su familia en Punto Fijo. "Después de
trabajar se escapaba a la playa a boxear. Una vez le partieron la nariz y
cuando terminó de pelear se lanzó al mar y empezó a nadar para que la herida
le sanara rápido", comenta Mireya, una hermana materna.
Juan Primera, quien falleció hace dos semanas a los 98 años,
también era hijo de la comadrona. Del famoso "Tío Juan" Alí aprendió a tocar
cuatro y a frasear canciones en los rezos a los santos del campo.
En estas tradiciones formó su oído musical porque también su
mamá le cantaba a los altares caseros. El albañil Antonio Márquez y el
pescador Tulio Guariato le echaban cuentos sobre Simón Bolívar y por las
tardes cruzaban versos bajo los cujíes de Las Piedras. Ocasionalmente
interpretaban boleros con aires mexicanos.
En 1948 ingresó a la escuela "Roncayolo" de Las Piedras, donde
pasó de primero a tercer grado, porque ya sabía leer, escribir "y hablar de
Bolívar", como dijo orgulloso su tío Menejo Primera, quien un día soñó que
"Yiyo" sería militar y cantante.
Ese año, Carmen Adela hizo pareja con José Padilla, un albañil
muy trabajador que le ayudó a levantar a los seis hijos y con quien procreó
otros cinco, entre ellos Esmir José, a quien Alí bautizó artísticamente como
"José Montecano" en honor al cerro Montecano que está frente a la península
de Paraguaná.
Alí inicia la secundaria en 1953 en el liceo Andrés Bello de
Punto Fijo. Ramón Primera, su hermano médico, estudiaba en la UCV y decidió
llevarlo a la capital para que culminara el bachillerato en el Liceo
Caracas. En 1958 se inscribe en la Universidad Central para estudiar
Ingeniería Química y se registra en el Partido Comunista de Venezuela.
Allí profundiza su lucha política, recorre campos y montañas,
penetra las barriadas y se adentra en otras universidades llevando su canto.
En 1967 participa en el Festival de la Voz Universitaria en Mérida, donde se
convierte en noticia por su arrollador triunfo con "No basta rezar". Tres
años después fue becado por el PCV para cursar Tecnología del Petróleo en
Rumanía, donde inicia relaciones sentimentales con la joven sueca Tarja
Osenius con quien le nacieron María Fernanda y María Ángela, radicadas ahora
en Canadá.
En 1973 regresó de Europa y recorrió el país al lado de José
Vicente Rangel, quien aspiraba a la Presidencia de la República por los
movimientos de izquierda. Esos comicios los ganó Carlos Andrés Pérez.
Tarja le acompañó pocos meses en Venezuela, pero no soportó el
clima ni la apretada agenda política del cantor y regresó a Estocolmo,
dejándole las dos niñas.
En Caracas llevó amores con Noelia Pérez y de allí nació Jorge
Ernesto. "Jorge en honor a su amigo Jorge Rodríguez, quien fue asesinado por
los adecos, y Ernesto por el Che Guevara a quien admiraba", explica José
Montecano, el intérprete de "El Lunerito".
La voz
Entre recorridos por serranías, llanos y costas, Alí parecía
infatigable.
"Yo no puedo olvidarlo -desde su residencia en Miami el actor y
periodista Franklin Vírgüez se remonta a la época de estudiante en la
Universidad Central-, era un ser humano incomparable. Me llamaba la atención
que esa voz tan delgadita se convirtiera en un vozarrón para disparar
sonetos y poesías en cualquier ritmo".
Alí Primera tenía un color de voz sutil, delicado,
aterciopelado, con facilidades para subir y alcanzar notas graves. No era
tenor ni barítono. Según el profesor zuliano de canto Jorge Quintero, el
vocalista falconiano era un auténtico crooner tipo Frank Sinatra, Javier
Solís, Marco Antonio Muñiz y Felipe Pirela.
"Fue más intérprete que cantante, no he visto otro con tan
excelente manejo del acento declamatorio. Daba vida a cada palabra, cuando
quería contagiar de alegría estremecía a la multitud, cuando deseaba
expresar dolor erizaba la piel. Tocó las fibras de todo el país por ese don
poético de saber decir, de saber expresar un mensaje. Yo estaba en Italia el
día de su muerte. Me impactó mucho porque compartí con él y con Los
Guaraguaos muchos momentos inolvidables en Maracaibo", dice Quintero.
En noviembre de 1978 el doctor Julio Iglesias, padre del
prestigioso cantante del mismo nombre y abuelo de Enrique Iglesias, atendió
de emergencia en España al paraguanero que durante un concierto había
perdido la voz. "Tiene nódulos", determinó el médico especializado en
foniatría.
De acuerdo con el tenor Quintero, los nódulos son pólipos
ocasionados por el desgaste de las cuerdas vocales. "Las cuerdas pierden
elasticidad y chocan unas con otras. Allí surgen los dobles sonidos,
conocidos como disfonía. Es cuando se van los gallos y aparecen las
ronqueras".
Para Quintero estos daños pudieron ser consecuencia del excesivo
trabajo, los discursos, las arengas y el poco descanso. "Además, Alí bebía
ron y fumaba entre conciertos".
El mismo Vírgüez describe al cantor como un hombre de inmenso
corazón: "Una vez Alí iba para Coro a dar un concierto a beneficio de la
Casa de la Cultura. Ya cuando se acercaba a la ciudad se detuvo con sus
acompañantes en el kiosko de un caserío a comer empanadas con picante de
suero. La dueña del local era hija de un señor llamado Ramón Oquendo, quien
estaba enfermo en una silla de ruedas. En medio de la comedera ella felicita
a Alí por apoyar la Casa de la Cultura y aparece el señor Oquendo: "Hijo yo
compré una entrada para apoyar el acto, tómala y dásela a alguien que esté
sano para que vaya a verte y a disfrutar de tu canto". Alí colocó su
empanada en el plato de plástico y fue a la camioneta. Sacó el cuatro, le
cantó hora y media bajo un cují, le declamó frente a frente inclinado a la
altura de la silla y al final le dijo "tú eres igual a los demás, eres mi
hermano, eres parte de mi alma". De allí salió feliz a cantar otras tres
horas ante la muchedumbre".
En 1978, Alí conoció a la cantante llanera Sol Musset durante la
transmisión del programa radial "Los venezolanos primero" que dirige Gerardo
Brito en Barquisimeto.
"Esa tarde se flecharon y yo tuve que colaborar para que el
padre de Sol, que era adeco, aceptara a Alí, el comunista que ya todo el
país conocía", rememora Brito. "Sufrimos, pero más pudo la ternura y la
perseverancia de Alí que la resistencia de mi padre. Nos casamos en Acarigua
y nos fuimos a vivir a El Valle en Caracas", dice Sol hundida en los
recuerdos.
Adiós Alí
A las 3:00 de la mañana del sábado 16 de febrero de 1985 pereció
Alí Primera en la autopista Valle-Coche de Caracas, cuando un automóvil Ford
que venía a exceso de velocidad en sentido contrario saltó la isla y chocó
de frente con su camioneta Wagoneer, placas ASV-523, en la cual se
trasladaba a su apartamento situado en la urbanización El Araguaney a
escasos metros del accidente.
Gobernaba Jaime Lusinchi y ese fin de semana las playas estaban
a reventar en pleno Carnaval.
El conductor del Ford fue identificado como Ítalo Américo Silva
Velásquez, de 19 años, quien de acuerdo con el parte policial sufrió
fracturas en las piernas. Venía de una fiesta en Los Teques y estaba ebrio.
En el informe forense se leía que "el ciudadano Alí Primera, de
43 años, quedó aprisionado entre el asiento y el volante de la camioneta. El
impacto mayor fue en su mentón, lo que le ocasionó fractura de las vértebras
cervicales y de la base del cráneo, falleciendo instantáneamente. No llevaba
puesto el cinturón de seguridad".
Los bomberos de Caracas utilizaron sopletes para sacar al cantor
del amasijo de hierros, mientras decenas de taxistas ayudaban en el rescate
creyendo que había más víctimas.
El primero en reconocer al fallecido fue el propio Ítalo
Américo, quien estalló en llanto y comenzó a gritar: "Maté a mi segundo
padre, es Alí Primera, ¡coño!..".
Sol Musset, para entonces de 24 años, aguardaba en el
apartamento con sus hijos Sandino, Servando, Florentino y Juan Simón. Por
esos días Alí preparaba un nuevo disco y por las noches dedicaba horas a
grabar voces y revisar detalles. Ya era rutinaria su llegada al hogar en la
madrugada.
Lo quería como a un hijo
Atrás quedó el apartamento de El Valle. Ahora Sol reside en una
cómoda vivienda en las afueras de Caracas. Servando y Florentino le dieron
esa sorpresa una noche cuando la invitaron a cenar, le vendaron los ojos y
la llevaron al sitio.
Dentro de la casa le dijeron que era un regalo para el ser más
grande que les dio la vida y un homenaje al padre que desde el cielo seguía
guiando sus caminos.
Sentada en la sala de recibo, con su larga cabellera extendida
más allá de sus hombros, y a sus 46 años, Sol revela por primera vez que el
muchacho que ocasionó el accidente es hijo del fallecido dirigente
revolucionario Américo Silva. "Alí ayudaba a la viuda, jamás la desamparó".
Relata que el viernes 15, Ítalo Américo le pidió a Alí un par de
zapatos para ir a una fiesta en Los Teques. El artista quitó dinero prestado
y le hizo el obsequio. De esa velada regresaba cuando saltó la isla y se
estrelló con quien hasta entonces fue su protector.
"Alí lo quería como a un hijo. De hecho, yo nunca hice empeño en
demandar. Mucha gente me ofreció ayuda legal para llevarlo a la cárcel. Pero
imagínate, cómo iba yo a llevarle más dolor a la viuda de Américo. De hecho,
no lo conozco, mis hijos tampoco. No sé de su vida ni a qué se dedica. Y te
confieso que si lo llegara a ver lo abrazaría. No le tenemos rencor".
Ítalo Américo se mantuvo en el anonimato estos 19 años. Estuvo
preso un mes bajo averiguaciones y al salir siguió sus estudios. Se graduó
de periodista, trabajó hasta hace algunos meses como reportero de Televen y
actualmente es el jefe de prensa de la Federación de Profesores
Universitarios de Venezuela (Fapuv) en Caracas. "Yo no quiero hablar de ese
accidente", respondió la pasada semana.
Hoy, Alí está en el cementerio Santa Elena de Punto Fijo rodeado
de obras de arte, poemas y flores. La casa de su madre, en el barrio Alí
Primera, es ahora una especie de museo. En un libro de visitantes aparece
una dedicatoria de Hugo Chávez, quien recién salido de Yare acudió a
reunirse con la familia del cantor.
Abundan los reconocimientos a quien creó su propio sello
disquero para grabar 11 LPs y con ello derrotar el veto de las emisoras. Su
gran deseo de siempre fue ver unidos a los revolucionarios de Venezuela.
Imploró a sus seguidores que cuando llegara la hora de gobernar, quedaran de
lado las ambiciones personales. Y dijo bien claro que "se fue Bolívar ayer,
pero viene de regreso...".
RETRATO
Identidad Alí Rafael Primera Rossell. Apodos: Yiyo y Balikia.
Nacimiento 31 de octubre de 1942.
Lugar Maternidad "Oscar Chapman" de Coro.
Padres Rafael Primera y Carmen Adela Rossell.
Hermanos Asisclo, Ada, Alfonso, Ramón, Carmen, Héctor, Edgardo,
Mireya, Esmil (José Montecano) y Ely.
Amigos César Rengifo, Alí Agüero, Emiro Delfín, Lilia Vera,
Chiche Manaure, Gloria Martín, Gordo Páez, Armando Martínez, Eduardo
Martínez, Gerardo Brito, José Gregorio Yépez, Pablo Milanés, Silvio
Rodríguez, Adelis Freites, Simón Díaz, Mercedes Sosa, Víctor Jara, Chico
Buharque, Alfredo Sadel, Josefina de Molero, Franklin Virgüez, Josefina
Urdaneta, Zulay Antolínez, Salom Meza, Jorge Rodríguez, Héctor Hidalgo
Quero, etc, etc, etc...
Talla Estatura: 1,73 m. Peso: 70 kilos
Comidas preferidas Caraotas, chivo asado, cazón, corocoro frito,
queso de cabra, arepa pelada y nata.
Bebidas Café negro y ron añejo.
Sucesor Emil José Padilla Rossel, "José Montecano", hermano
materno.